El drama y la actuación de todos los personajes es impecable, y la fotografía, es de las mejores que se ha visto en mucho tiempo, no se utiliza tanto la técnica de cámara en mano, pero el juego de los contrastes es buenísimo.
El sólido guión da pie a diversas situaciones en la película, que son emprendidas con la brillantez de Charlie Cox ( San Josemaría ) y el talento del director "Roland Joffé"( También responsable de otras obras maestras cómo “ Los gritos del Slencio”, “La misión”). La verdad es que tanto las escenas dramáticas cómo las bélicas, cómo las de amor están sublimemente conseguidas, reflejando así el verdadero amor del fundador del Opus Dei,y, respetando la verdad sobre la historia de San Josemaría, añadiendo quizá un poco de cine a las partes más dramáticas, o, románticas.
También se debe destacar el papel de Wes Bentley ( Manolo ) y el de la modelo Lily Cole ( chica que se encuentra con San Josemaría en el manicomio). La película está llena de grandes metáforas y una sobresaliente forma de cautivar al receptor, es tal, que desearás verla de nuevo.
No solo es una buena película en cuanto a la vida de un santo, y su representación, también se demuestra que no es necesario un reparto de lujo, y escenas inapropiadas para triunfar.
Espléndida, valiente! Nota: 9,25